La MSN lleva al Barcelona a la final
El Barcelona alcanzó la final de la Champions League después dejar en la cuneta al Bayern Munich (3-2, 3-5) en una eliminatoria dominada por los azulgranas y que sólo tuvo interés en los primeros minutos de la vuelta. El equipo de Luis Enrique lo hizo tan bien que incluso se permitió el lujo de bajar los brazos más de media hora en un campo como el Allianz Arena.

Siete minutos de zozobra tuvo que aguantar Luis Enrique. Justo el tramo entre el gol de Benatia, en un clamoroso error de marcaje a la salida de córner, y el empate de Neymar, obra de la MSN, con firma del brasileño. Todo sucedió entre los minutos siete y catorce. El Bayern montó la denominada presión alta con el objetivo de robar la pelota lo más cerca posible de la portería de Ter Stegen. Lo hizo con muchos jugadores de ahí que tuviese que asumir riesgos en la zona de atrás. Por ello, Rakitic y Neymar pusieron a prueba en la misma jugada, a la que respondió con dos buenas manos.


El partido entró en combustión fruto de la propuesta de los alemanes y los porteros se convirtieron en protagonistas, sobre todo Ter Stegen. El azulgrana hizo cuatro paradones de manera casi consecutiva a Muller, Lewandowski, Schweinsteiger y, de nuevo, Muller en medio de la desesperación de los atacantes. Mientras, la conexión Messi-Luis Suárez-Neymar seguía creando mucho peligro con tantos espacios libres. Así llegó el doblete de Neymar. Benatia abandona la línea para hacer una ayuda a Messi pero falla y la descompesación es aprovechada para que Luis Suárez le ponga el balón a Neymar dentro del área. Con un golpe seco al balón da la vuelta al partido y silencia el Allianz.


La remontada se alejaba para los alemanes, si es que alguna vez estuvo cerca. El doblete de Neymar no fue un impedimento para que los alemanes hiciesen gala de su condición de cabezotas. Necesitaban hacer cinco goles en una hora. Más bien precisaban un milagro cuando no quedaban ni ideas ni apenas fuerzas. Solo la vergüenza torera les llevó hasta el empate por medio de Lewandowski a media hora para el final y a remontar por medio de Muller. Un Bayern tan mermado con las ausencias de piezas importantes como Ribery o Robben no estaba en condiciones de tumbar a un Barcelona, pero le hizo despertar del letargo y sudar para cerrar la eliminatoria.