Un récord negro: los jugadores con más autogoles

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Algunos han sido ‘espectaculares’, otros han sido catastróficos por las consecuencias que trae y muchos otros son divertidos.
El primer gol en propia puerta ocurrió en el año de 1888 en un partido de la liga inglesa. Gershom Cox fue el encargado de marcar ese fantástico gol que ayudaría al equipo rival. Desde ese momento y hasta la fecha se han metido infinidad de goles en contra. Aquí haremos un recuento de los más destacados.
Uno de los autogoles más recordados fue un 20 de marzo de 1976 en un partido entre el Aston Villa y el Leicester City. Ese día, Chris Nicoll de ‘Los Villanos’ marcó dos tantos en su propio arco, en un partido que quedó empatado.
Richard Dunne ostenta un récord nada envidiable en el fútbol inglés. Es el jugador que más goles metió contra su portería con un total de 8.
Jamie Carragher es también un terror para su arco, en un partido que enfrentaba al Liverpool contra el Everton, el defensa de los ‘Reds’ mandó el balón a la red en su partido de homenaje. También, en 1999 Carragher anotó dos autogoles, lo que le valió al Liverpool la calificación contra el Manchester United.

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En 2002 sucedió uno de los autogoles más graciosos, cuando un saque de banda llegó a la portería del Aston Villa, defendida en ese entonces por Olof Mellger que no pudo controlar el balón. 
Otro de los goles en propia meta que han pasado a la historia es el de Miguel Marín, arquero del Cruz Azul de México en 1976. Cuando el ‘Gato’ quiso despejar de manos hacia uno de sus compañeros, continuó su gesto y apuntó directo a su meta.
Por muy graciosos que sean esos goles, algunos tienen una importancia tal, que han definido partidos, clasificaciones e incluso títulos. Tal es el caso del autogol de John Arne Riise, que de último minuto anotó en su portería en la semifinal de la Liga de Campeones entre Liverpool y Chelsea. Los ‘Blues’ se hicieron con la clasificación a la gran final.
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Algunos autogoles han sido tan famosos que incluso han sido considerados como los mejores goles del mes. Tal es el caso de Huelmut Winklhofer que metió un fierrazo que entró en la escuadra. Por su parte, Chris Brass, en el Bury-Darlington del 22 de abril de 2006, intentó despejar el balón de su área pero lo envió contra su nariz, de donde salió disparado al fondo de las mallas. Resultado: ¡una nariz rota y un gol en contra!
Por último, las Copas del Mundo no se salvan y es que en su historia ha habido algunos cuantos goles en propia puerta que son dignos de recordar. El mexicano Manuel Rosas anotó un autogol de cabeza en la elimnación de su Selección ante Chile. El caso más triste es el del colombiano Andrés Escobar que fue asesinado al regresar del Mundial de Estados Unidos 1994, por marcar un gol en propia puerta que significaría la eliminación de los ‘cafeteros’.